Nunca me hubiera preocupado tanto el tema si no lo hubiese vivido en carne propia con mi hija. Reblogueo esta entrada para que todos seamos conscientes de lo que está ocurriendo, y no es que siempre ocurrió…
¿De qué estamos hablando?
En la escuela hubo un tiempo en que se oía aquello de «la letra con sangre entra» o incluso alguna madre que al asistir a una reunión con el profesor le animaba a: «si se porta mal el niño, usted dele, dele». Siempre ha habido violencia cruzada entre profesores y alumnos (especialmente de profesores a estudiantes) y violencia entre compañeros, ahora las tornas han cambiado, los castigos severos de otra época ya no existen y las peleas de patio han ido unos pasos más allá.
Y es que es la violencia entre compañeros la que concita mayor alarma social. Habitualmente es esporádica. Sin embargo, en ocasiones, «la violencia entre alumnos es perpetrada por un agresor más fuerte —objetiva o subjetivamente— que la víctima (es decir, implica un abuso de poder) y se reitera con carácter intimidatorio, y en tal caso hablamos de acoso escolar». Así se…
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